lunes, 21 de diciembre de 2015

Mi primera experiencia en un mercadillo de artesanía


Hola a tod@s!


Qué tal el fin de semana? Habéis ido a votar? Como no tengo ganas de comentar nada sobre los resultados y las redes están bastante saturadas ya, esto es todo en cuanto al tema elecciones por mi parte.

De lo que voy a hablar hoy es de mi experiencia en la muestra de artesanía que se organizó como parte de la fiesta del Solsticio en la Casa del Barrio de Carabanchel este sábado. Os acordáis de que en la primera entrada os hablé de un mercadillo para el que estaba preparando muchas cosas? Pues este era. No me voy a extender demasiado, tranquil@s.

Sobre las 10:30 llegué con mi compañera de puesto (podéis seguirla en Instagram: srta_bohemia) y empezamos a montar. Fue un poco caos y recolocamos todo unas cuantas veces a lo largo del día, porque era nuestro primer mercadillo y llevábamos de todo un poco.


En primera fila, Meduna la medusa moderna, a la que ya conocéis ;)
Los puestos de los artesanos (del grupo de Artesanos de Carabanchel) fueron muy variados, tanto en la variedad de piezas como en la experiencia de los mismos: decoración navideña con elementos naturales, pendientes de madera, colgantes de hueso y cerámica, libros, jabones, accesorios de macramé, nuestros accesorios de ganchillo y portavelas...


Durante la mañana, en la Casa del Barrio hubo clases abiertas de zumba, conciertos, juegos para niñ@s y aperitivos preparados por el grupo de consumo de allí, por lo que el paso de gente era constante (aunque no a decenas, tampoco hay que pasarse). Los niños correteaban y tocaban todo, algunas cosas les gustaban, y entonces es cuando intervenían sus acompañantes: la mayoría te miraban y ponían cara de “uy, cómo son” y seguían su camino. De vez en cuando alguna persona se acercaba, te preguntaba algún precio y continuaba con sus cosas. Se oyeron muchos halagos (“qué bonito esto”, “uy, qué difícil, yo no sabría hacerlo”), que se agradecen, pero poco dinerillo! La mayoría de las ventas (si no todas) se realizaron por la mañana y a la hora del aperitivo.
El producto estrella fueron los cuellos dobles de lana-terciopelo

Hicimos la pausa para comer y por la tarde continuaron las actividades, con talleres para niñ@s, encuentro de ganchillo y conciertos benéficos. Durante estas horas acudió bastante gente, pero por el pasillo de la muestra de artesanía apenas se detenían; hay que añadir que una gran parte de los asistentes fueron adolescentes, así que entre unas cosas y otras las ventas fueron muy bajas. 

 Hasta aquí lo que llamaría mi experiencia “física”. Lo más importante es lo que se me pasó por la cabeza a lo largo del día. El día en general fue entretenido y revelador. Me di cuenta de muchas cosas, algunas de las cuales ya sabía. 



 Por ejemplo, me di cuenta de que el trabajo de los artesanos está muy mal valorado. Esto lo entendí cuando empecé a poner precio a las cosas que yo misma hacía. Si tú valoras lo que estás haciendo, tienes en cuenta muchas cosas a la hora de poner precio a tus piezas. Claro que hay que tener en cuenta los materiales y otros gastos pero, para mí, una de los factores más importantes es el tiempo que inviertes en hacer cada pieza. En mi caso, me gusta reutilizar materiales siempre que puedo, como hago, por ejemplo, con los tarros de cristal en los portavelas: aunque los tarros me salgan “gratis”, no puedo venderlos por 2 euros para compensar el resto de gastos, porque solo el tiempo que invierto en hacerlos para mí vale más de 2 euros. Y creo que, precisamente el tiempo, es el factor que peor entiende la gente que no tiene la costumbre de hacer cosas con sus propias manos. Hubo muchas reacciones en el público que asistió al mercadillo que me hicieron darme cuenta de esto, algunas las comentaré después.

El cuello de la izqierda cuesta 1,84€ por internet; qué precio puedo ponerle al de la derecha, hecho a mano, para poder competir con el otro, cuando solamente la lana me cuesta varias veces más?

Está claro que no todo el mundo puede permitirse comprar cosas hechas a mano, sobre todo cuando en cualquier mercadillo tienen 12583 puestos iguales, con las mismas cosas, hechas de forma industrial por unos precios mucho menores que los tuyos. Hay que intentar, dentro de lo posible, ajustar el precio para que lo que vendes sea asequible a más gente. El problema es que no puedes bajar tanto los precios como para competir con lo anterior; llega un punto en que empiezas a sentir que tu trabajo no vale nada, y que prefieres quedarte las piezas para ti que venderlas por tan poco. Por eso, también hay que saber que hay un público que busca cosas diferentes, que valora el esfuerzo y la originalidad, y es en ese público en que hay que centrarse para no infravalorarte a ti mism@. 

Con lo que os comentaba antes de las reacciones de la gente hay que tener mucha paciencia. Con mirar solo un momento la cara de alguien cuando coge una pieza puedes ver si le gusta o no (aunque luego te diga lo contrario o no te diga nada). Me encantaba ver la cara de las abuelitas (a las que llamaba “el público experto”) cuando cogían una bufanda o un salvamanteles de ganchillo y le daban mil vueltas para ver cómo lo había hecho; a ellas les puedo permitir que me lo critiquen, porque saben de lo que hablan. Luego estaba la gente que miraba y tocaba y te comentaba lo difícil que le parecían esas cosas, que les gustaría aprender... Otras personas, al preguntar el precio, te decían que no. En algún caso, al darse la vuelta comentaban por lo bajo con su acompañante que les parecía “caro para lo que es”, estando tú a su lado... Pero el colmo es la gente que, cuando les dices el precio, se ríen en tu cara... Entonces es cuando te atas las manos a las piernas y te coses la boca para no contestar. Por favor, un poco de respeto!!

Por todo esto recomiendo a cada persona que, antes de juzgar el trabajo de alguien sin saber, se busque un hobby que implique usar el cerebro y las manos para crear algo y que, conociendo el trabajo que le ha costado llegar hasta el resultado que tiene en sus manos, trate de ponerle un precio que sea justo, aunque sea solo para probar. No será fácil. A mí me cuesta mucho y lo paso mal, pensando qué precio poner a cada pieza que sea justo para ambas partes. Así que, al menos, intentadlo. 

Por mi parte, nada más que añadir. Me llamaréis mentirosa, porque había dicho que no me iba a extender, pero al final se me han calentado las manos y ya veis... 

Si habéis llegado hasta el final, enhorabuena por vuestra paciencia y muchas gracias por leerme! Os veo en la próxima ^__^


jueves, 17 de diciembre de 2015

Meduna la medusa fashion

Hola! Aquí estoy de nuevo :D

Tengo tantas cosas pendientes por subir que no sé ni por dónde empezar. He estado haciendo fotos "buenas" a todo lo que tenía por ahí guardado y preparado para el mercadillo de este sábado... por fin he terminado todo!!

Así que he decidido empezar por el final. Me apetecía hacer algún animal y algo que pudiera quedar bien colgado. Quería hacer un amigurumi facilito para hacer algo mientras veía la tele con los restos de lana que tenía por casa y se me ocurrió que podía intentar hacer una medusa, así redondita y con sus tentáculos colgando. 

No tenía mucha lana que me sirviera para este proyecto, pero dos de los restos eran suficientemente largos como para hacerlo, aunque los colores no son los típicos para una medusa. Pero esto nunca es un problema, mi medusa iba a ser la más moderna del Mediterráneo ;) 

Buscando por internet encontré muchos patrones bastante parecidos entre sí, así que al final hice un poco lo que me dio la gana, para variar. De todas formas, aquí podéis encontrar un ejemplo de patrón para que os guiéis. 

La primera parte del amigurumi, llamémoslo el cabezón de la medusa y los "volantes", lo he hecho siguiendo casi todo ese patrón.

Detalle de los volantes
Primer plano del caezón












En cuanto a los ojos... Pedí hace tiempo por Ebay unos ojitos de seguridad pero como no llegaron usé unos botones. Le ha quedado una cara como de ida pero tiene su encanto.

Los tentáculos del patrón de antes no me convencían, así que me los inventé. 

 
Los dos tentáculos más grandes están hechos con una cadeneta de 50 puntos (creo que era así de largo) y un punto alto en cada uno de ellos; se rizan solos. 






Los cuatro tentáculos finos rizados están hechos con una cadeneta de 40 puntos cada uno dejando un rabillo al final; también se rizan solos. Con estos tentáculos ya quedaba bien, pero para que tuviera más densidad tentaculera le añadí unas cuantas hebras sueltas en el centro.


Para unir los tentáculos al cabezón hay dos opciones. Puedes hacerlos sueltos y luego unirlos o unirlos al principio y tejerlos ya pegados al cuerpo. Yo lo hice de esta segunda manera. El resultado de los tentáculos fue el que véis a la izquierda.



Podéis dejarla así si queréis tenerla como adorno en una estantería, la mesa... se queda perfectamente "sentada" con los tentáculos colgando. Yo le puse un cordón en el centro de la cabeza para colgarla de algún sitio: tejí una cadeneta del largo necesario y la cerré, aunque simplemente podéis atar una hebra del hilo que hayáis usado.

Al final la medusa no ha quedado tan mal. Como os he dicho, iba a ser la más moderna del Mediterráneo :D Aquí tenéis unas fotos para que la veáis bien. Por cierto, se llama Meduna.














Espero que os haya gustado este experimento y que os animéis a intentarlo. Y si queréis una medusa para vosotr@s, escribidme!


Hasta la próxima!!

Meduna se despide!


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Bienvenid@s!

Hola a tod@s!

Para l@s que no me conozcáis, me llamo Maite y me encantan las manualidades e inventar cosas nuevas. Siempre tengo algo en la cabeza que quiero intentar hacer y, ahora que tengo tiempo libre, me paso la mitad del día ocupada en estas cosas.

Mi abuela siempre ha hecho ganchillo y me gustaba mirar cómo lo hacía, y siempre que le preguntaba cómo se hacía me decía: es muy fácil, mira, coges la hebra, haces así y así y así, y ya está. Mi cara era un cuadro, no entendía ni papa, así que nunca lo intentaba. Hace muchos años me interesé por el punto y empecé una bufanda... Pero me aburrí rápido y no la acabé. Hace unos meses, desde que estoy de nini, volví a interesarme por estas técnicas "de abuela" y con tanto tiempo libre empecé con el ganchillo más en serio. Ahora tengo en proceso una súpermanta que espero terminar pronto.

Hace unas semanas me ofrecieron la oportunidad de montar un puestecito en un mercadillo artesanal. Es algo que siempre me ha gustado pero nunca me había planteado hacer, así que acepté. Me puse manos a la obra para fabricar mucho material en poco tiempo, pero sin descuidar los acabados para disfrutar con cada pieza y poder ofrecer cosas que me gustaran. Estoy contenta con los resultados pero, ahora que está tan cerca el mercadillo, estoy un poco nerviosa por saber si a los asistentes también les gustará. Cruzo los dedos...

Creo este blog para enseñaros todo lo que he hecho hasta ahora y lo que voy haciendo, para que lo veáis, opinéis, saquéis ideas, me ayudéis a mejorar u os ayude yo en lo que pueda... Además, si os gusta algo, todo lo que hay aquí está a la venta y podéis encargarme cualquiera de los artículos para que lo personalice a vuestro gusto! Acepto cualquier pedido, consejo, consulta...lo que sea.

Por mi parte, nada más que añadir. Os dejo paseando por el blog descubriendo mis cosillas. Espero veros a menudo por aquí y saber de vosotr@s muy pronto!

A ser creativ@s! :3

Cactincho os saluda!